Traducción por Edgar Mendez Gracias, Pastor Edgar

5 cosas que la iglesia debe hacer ante la pandemia del coronavirus. Si te preguntas qué hacer, empieza aquí Por Mark Anderson https://bmarkanderson.com/coronavirus-5-things-the-should-church-do/

Lo primero es ir ante Dios a través de su palabra y la oración

¿Te has fijado qué está justo antes del famoso versículo de 2 Crónicas 7:14? “Si yo cerrare los cielos, que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; Si se humillare mi pueblo, sobre los cuales ni nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” 2 Crónicas 7:13-14 Fíjate en la palabra pestilencia, la palabra hebrea es deber y simplemente significa pestilencia o plaga. Tiene el sentido de muerte o destrucción de algo. Dios usa esta palabra en la Biblia para traer juicio sobre un pueblo o tierra. Cuando viene la pestilencia, entonces el verso 14 es la prescripción divina para la cura.

Lo segundo es que la iglesia necesita actuar

Necesitamos humillarnos y orar. Cuando inició el brote no le presté atención. Interesado sí, pero pasivo. Recientemente he pasado de un observador interesado (viendo las noticias) a una voz con autoridad en los cielos. Más que eso en un minuto. Buscar el rostro de Dios es parte de nuestro llamamiento en medio de la crisis. No podemos dejar a que simplemente la crisis pase.Nosotros somos la iglesia, ¡el pueblo de Dios! ¿Qué quiere Dios que nosotros hagamos en esta crisis? ¿Cuál es su propósito? ¿Qué más quiere el mostrarnos? ¿Cómo usará todo esto para bien? Necesitamos arrepentirnos delante de Dios. Arrepentimiento no es una palabra sucia; más bien es una palabra limpia, una palabra que santifica. El arrepentimiento nos da libertad, nos limpia y equipa para un mejor servicio. El arrepentimiento nos quita nuestros motivos mundanos. Este es un tiempo para permitir al Espíritu de Dios no quite todo orgullo, pasividad, malos estilos de vida, flojera, desperdicio de tiempo y “pecados cristianos” tales como falta de amor por los pobres y falta de evangelismo. Es tiempo de enfrentar el temor, las quejas y compromisos.

Tercero, la iglesia debe orar con autoridad

Necesitamos orar con el profeta Habacuc “En la ira, acuérdate de la misericordia”. Habacuc estaba perplejo y confundido. Estaba consciente del juicio de Dios en lo que sucedía en su tiempo. Sabía que Dios gobernaba y juzgaba desde su trono en los cielos , pero no comprendía el amplio panorama de los impactantes eventos que sucedían. Finalmente clamó, “en la ira, acuérdate de la misericordia”. Sabemos que Dios está sacudiendo a las naciones y la economía. Sabemos que nosotros y las naciones merecen el juicio de Dios. ¿Pero qué está pasando? Oh Dios, en la ira, acuérdate de la misericordia (Habacuc 3:2). La iglesia necesita tomar autoridad sobre el virus y verlo morir. En la Biblia Aarón detuvo una plaga con fuego e incienso (Números 16:41-50), Finees detuvo una plaga con una jabalina (Números 25:1-13), y David frenó una plaga con un altar y un sacrificio (2 Samuel 24:25). Al estar escribiendo esto recibí un correo electrónico de Tony Perkins del Consejo de Investigación Familiar con el siguiente mensaje: Números 16 da cuenta de la plaga que devastaba al pueblo de los hijos de israel. Moisés llamo urgentemente a Aarón para que tomara su incienso y pusiera en el fuego del altar, pusiera incienso, y fuera en medio del pueblo par interceder. Luego, en el verso 48 leemos “y se puso (Aarón) entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad”. Si no intervenimos nosotros, ¿quién lo hará? ¿Debemos confiar en que el gobierno detendrá el virus? A lo mejor si la iglesia se humilla y ora Dios usará al gobierno para quebrantar el poder de la plaga. Parte de la oración de la iglesia debe ser ¡un canto de triunfo! El Salmo 68:1-4 identifica el poder de la alabanza ungida y la adoración demostrada físicamente. Exaltación (alabanza físicamente activa, tal como danzar de gozo) crea una vía rápida para que Dios llegue a la escena e intervenga. En 2011 Dios empezó a decirme que el pueblo se preparara para el juicio.

Cuarto, la iglesia necesita hablar a la gente acerca de Jesucristo

Mientras el mundo retrocede en temor, necesitamos ir al frente y decir a las gentes claramente que Dios les ama, que Dios es bueno, que él dio su sangre por nuestros pecados y enfermedades. El murió la muerte que nosotros merecíamos. Somos libres de la culpa del pecado por la sangre de Cristo.y ¡Él resucitó de los muertos! Un miembro del gabinete del presidente Obama dijo “Nunca desperdicies una crisis”. Aunque este administrador hubiera tenido en mente intereses perversos, nosotros necesitamos buscar a Dios para descubrir el buen y divino propósito al permitir esta pandemia. ¡No desperdiciemos esta crisis! Dios ya tiene la atención de la gente. La gente habla… está buscando. Por lo menos usemos al coronavirus como tema de conversación. ¿Podrías preguntar “Crees que el coronavirus está mencionado en el Apocalipsis?” O ¿Piensas que Armagedón ha comenzado?En algún momento en la conversación pregunta “¿Sigues a Cristo? A la gente le gusta hablar acerca de su fe.

Quinto, la iglesia necesita salir con todo para manifestar el amor de Dios en maneras prácticas

¿Sabe tu vecindario que vas a entregar víveres a aquellos que necesitan alimento? ¿Sabe la gente que puede contar con papel del baño? Mientras muchos se retraen en temor y ansiedad ¿les llamarás por teléfono para darles la esperanza que ellos necesitan hoy? Las disposiciones oficiales aconsejan tener especial cuidado con los adultos mayores, los enclaustrados y los vulnerables.

CORONAVIRUS – 5 cosas que la iglesia debe hacer

Primero: buscar a Dios en la Biblia y en oración, Segundo: la iglesia necesita actuar: necesitamos humillarnos y orar, Tercero: necesitamos un orar triunfante, Cuarto: la iglesia necesita decirle a la gente acerca de Cristo, Quinto: la iglesia necesita mostrar el amor de Dios en forma práctica.

¡Los mejores día de la iglesia han llegado!